Hoy, en la página web de la Casa Real española, se publicó una carta firmada por el Rey de España y dirigida al pueblo español con la intención de convocar a la unidad en estos momentos en que los catalanes parecen decididos a separarse del resto de las comunidades que conforman esa nación para convertirse en un país independiente.
A continuación, el texto íntegro.
No soy el primero y con seguridad no seré el último entre los españoles que piensa que en la difícil coyuntura económica, política y también social que atravesamos es imprescindible que interioricemos dos cosas fundamentales.
La primera es que solo superaremos las dificultades actuales actuando unidos, caminando juntos, aunando nuestras voces, remando a la vez. Estamos en un momento decisivo para el futuro de Europa y de España y para asegurar o arruinar el bienestar que tanto nos ha costado alcanzar. En estas circunstancias, lo peor que podemos hacer es dividir fuerzas, alentar disensiones, perseguir quimeras, ahondar heridas. No son estos tiempos buenos para escudriñar en las esencias ni para debatir si son galgos o podencos quienes amenazan nuestro modelo de convivencia. Son, por el contrario, los más adecuados para la acción decidida y conjunta de la sociedad, a todos los niveles, en defensa del modelo democrático y social que entre todos hemos elegido.
La segunda es que, desde la unión y la concordia, hemos de recuperar y reforzar los valores que han destacado en las mejores etapas de nuestra compleja historia y que brillaron en particular en nuestra Transición Democrática: el trabajo, el esfuerzo, el mérito, la generosidad, el diálogo, el imperativo ético, el sacrificio de los intereses particulares en aras del interés general, la renuncia a la verdad en exclusiva.
Son esos los valores de una sociedad sana y viva, la sociedad que queremos ser y en la que queremos estar para superar entre todos las dificultades que hoy vivimos.
© Casa de S.M. el Rey / Borja Fotógrafos
Don Juan Carlos, junto al presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo y el ministro de Justicia
En lo personal, me parece un texto más bien hueco preparado más que por un monarca cercano al pueblo y genuinamente preocupado, por su oficina de relaciones públicas. No hay emoción. Además, sale a la luz en un momento en que el liderazgo de Juan Carlos está muy disminuido.
No estoy seguro de que su publicación haya sido una buena idea. Creo que servirá más que para otra cosa para exacerbar enconos y avivar sentimientos nacionalistas, antimonárquicos y republicanos. Ya veremos. Y para acabarla de fastidiar, coincide con la muerte de Santiago Carrillo, dirigente histórico del Partido Comunista Español, protagonista destacado del antifranquismo, la Transición y la democracia cuya trayectoria, dicho sea de paso simboliza valores que hoy día el Rey no fácilmente puede defender.
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