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Vivir los valores, comunicarlos con el ejemplo

Copio el contenido de hoy de la columna Para Reflexionar, de Milenio Laguna, porque es un tema central de este blog y porque comparto la perspectiva de su autor.

Valores

Luis Rey Delgado Garcíaclip_image001

Los valores, cuando se realmente viven, se reconocen fácilmente. Llegar a una casa limpia y pulcra nos habla de que en esa casa se valora la limpieza y el orden, encontrarnos con una persona amable y cortes nos muestra que esa persona vive el valor de la amabilidad y la cortesía. Los valores vividos, motivan la conducta y son preferencias habituales u ocasionales, que directamente explican el comportamiento humano. Los valores son los auténticos motores de las personas, los grupos y las comunidades.

Los valores que se viven pueden, o no, ser declarados o proclamados como los valores que motivan la conducta, pero efectivamente subyacen a la conducta y al comportamiento humano. Los valores que solo se profesan no impactan en los demás. Muchas personas hablan de valores, incluso existen cursos completos acerca de los valores. Educar en valores no solo es hablar sobre las preferencias habituales de las personas o de los grupos, educar en valores es vivir dichos valores con pasión y alegría hasta sus últimas consecuencias.

Educar, ciertamente, es transmitir valores y no solo en el ámbito educativo, sino en todas las áreas de la actividad humana. Tal parece que hoy los medios de comunicación: cine, radio, prensa, televisión y la autopista de internet tienen más peso en la transmisión de valores que todas las instituciones educativas juntas, incluyendo las escuelas y las iglesias; y sin embargo la “educación en valores” sigue siendo una gran preocupación actual para padres, maestros y líderes sociales.Milenio Luis Rey

Sin embargo la verdadera transmisión de valores se da a través de la relación interpersonal, a través de la vivencia directa de las preferencias en el comportamiento diario. Explicar los valores no es lo mismo que contagiarlos. Para tener influencia real en el comportamiento (de estudiantes, hijos, colaboradores) es indispensable que los educadores, padres o líderes vivan con sinceridad, transparencia y convicción los valores, pues no se impacta con palabras, a no ser que estas sean congruentes con el comportamiento.

Realmente se influye en los demás con la manera de vivir, que es lo que verdaderamente se transmite con autenticidad y genuino entusiasmo. Somos producto no de razonamientos, discursos y orientaciones recibidas de padres, maestros o de autoridades sino de sus ejemplos, de su compromiso expresado y vivido. Pues así se aprende a respetar, cuando uno ha sido respetado, así se aprende a decir la verdad, cuando han sido honestos conmigo… los valores vividos y mostrados a través de la experiencia y las relaciones interpersonales impactan y tienen el potencial de transformar el entorno social más adverso.

 

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