- Una de las razones por las que me alegra que haya terminado esta primera semana "hábil" del año es que no escucharé más la pregunta ritual ¿cómo la pasaste? Consecuentemente, no tendré que seguir respondiendo "tranquilo, en familia" (que se traduce como "no tengo nada interesante que contar"), ni preguntando "¿y tú?", con el riesgo de recibir como respuesta una larga explicación que no me interesa. Si he de ser absolutamente sincero, con la excepción de un puñado de personas, no me llama la atención lo que hizo la gente en Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo. ¿A tí sí?
- "Somos una sucesión de hombres, que aparecen y desaparecen a lo largo de la vida", dijo el poeta asturiano Angel González (1925-2008) en una de sus últimas apariciones públicas.
- Hace dos meses, en un momento cumbre de la historia de la comunicación política el rey Juan Carlos recetó a Hugo Chávez el memorable "¿Por qué no te callas?". Anteayer George W. Bush recibió una recomendación similar, en una cena que le ofreció el primer ministro israelí, Ehud Olmert. Resulta que el presidente gringo se metió en temas de la política interna del Estado hebreo de manera tan imprudente que su secretaria de Estado decidió pasarle una nota escrita. "Cierra la boca", le recomendaba Condy Rice. Bush recibió la nota y se hizo el silencio, la leyó pausadamente (siempre he tenido la impresión de que la lectura debe costarle trabajo) y, ante la expectación de sus anfitriones, no tuvo reparo en leer en voz alta el mensaje. "Me ha dicho que me calle, que cierre la boca". Se desataron las carcajadas.
- Los social media constituyen un terreno de alcances inimaginables. Cada día ofrece algo diferente y con frecuencia algo mejor. En esta ocasión, quiero recomendar con entusiasmo Big Think un sitio de intercambio (un poco YouTube, si se quiere) para gente pensante. Yo ya me registré. Nos vemos en http://www.bigthink.com/.
Una vez perdida la credibilidad todo suena a bla-bla-bla. Un discurso muy a la mexicana, con mucho rollo y poca sustancia; los "datos duros" son comparativos (cuantos días sin seguro social, sin PROSPERA, etc., etc.) pero no hay nada sólido hacia adelante, algo que justifique los aumentos -que en sí NO son "un reto", plantearlo de ese modo es engañar- en términos de beneficios para la población, acciones concretas compensatorias para la ciudadanía, o algo por el estilo. El argumento de las medidas que ha tomado el gobierno, previas al gasolinazo, es patético; la reducción del 10% al paquete de compensaciones (habrá que ver) de los mandos superiores del gobierno federal es de risa (más vale reír) y hay por ahí una contradicción que no entiendo: un beneficio de mantener la salud (es un decir) de la economía es evitar la pérdida de empleos, pero para hacerlo se ha mandado a la calle a alrededor de 20,000 personas del gobierno. No me cuadra eso de combatir ...
...y por cierto... ¿cómo la pasaste, mi buen?
ResponderBorrarHola profesor, respecto a Think Big, aqui hay otro sitio similare que seguramente le interesara.
ResponderBorrarwww.ted.com/
Dana Blanco.