Ir al contenido principal

A vuela tecla 1

  • Cómo quisiera tener menos que hacer para poder dedicarme a lo que tengo que hacer.
  • Cuando uno se presenta ante los demás por primera vez, por ejemplo en un seminario o en un coctel, normalmente dice "soy" o "me llamo/mi nombre es" antes de su nombre ("soy María Hernández" o "me llamo/mi nombre es María Hernández"). A veces me he preguntado si una forma será mejor que otra. La primera suena más contundente, como de mayor seguridad, pero creo que la segunda es más correcta. Yo me llamo Salvador Sánchez, pero sería el mismo (¿o no?) si mi nombre fuera Ricardo Ortega, Mario Menéndez o Javier Miranda. Hasta Andrés Manuel. Yo soy yo, y me llamo Salvador Sánchez. Otros nombres he tenido y otros tendré, pero seguiré siendo yo.
  • Entre las conductas que a toda costa debe evitar un joven que tenga la intención de hacer carrera en la empresa privada destaca el uso de la expresión "no manches". Ya metidos en el tema, también sugiero de manera enfática nunca peinarse con puntas a base de gel.
  • Cuando veo a la vecina regar prolijamente el jardín en una tarde nublada, con anuncio de lluvia, dejar una lámpara de exterior encendida día y noche por semanas, generar cantidades impresionantes de basura y de varias maneras abusar de los miembros de la comunidad y faltarles al respeto, me pregunto cuántos habitantes de la ciudad de México actuarán como ella o peor. No me hago la pregunta a nivel del país o del planeta para no caer en depresión. Pero no me sorprendería que en el DF fueran cientos de miles, a juzgar por lo que todos los días se ve en la calle. Entonces, no puedo evitar pensar que la contaminación y el calentamiento global, el deterioro de la actividad política, el aumento de la violencia y la delincuencia, la caída en la calidad de la educación y en general la disminución en los niveles de la calidad de vida no llevan remedio. En algo hemos fallado como sociedad.
  • ¿Algún día se liberarán las mujeres del tormento de los pantalones a la cadera? Ya sé que la respuesta es sí, sólo es una moda y como tal pasará. Pero en lo que eso sucede, compadezco a quienes los usan porque lucen incómodas --siempre preocupadas por subirse el pantalon y bajarse la blusa, nunca sentadas a gusto en lugares públicos-- y la verdad es que salvo a las muy jóvenes y delgadas a la mayoría les resultan no muy favorables desde el punto de vista estético (notabilísima excepción es una colega de 50+, norteña, a la que le quedan muy bien - se los dejo de tarea).
  • El martes por la tarde me toca revisión con el médico. Llegaré armado con los resultados del paquete Básico II de análisis y de una tomografía del Ecuador de mi cuerpo. Hasta ahora todo ha salido bien, pero tengo miedo. Miedo-miedo y miedo al miedo.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Consistencia

Hace 2,000 años Séneca, el filósofo romano, explicaba la honestidad a uno de sus discípulos en los siguientes términos: "Éste debe ser nuestro principal empeño: decir lo que sentimos y sentir lo que decimos; que nuestro lenguaje concuerde con nuestra vida. Ha cumplido con su cometido aquel que sigue siendo el mismo cuando lo ves y cuando lo escuchas. Veremos qué cualidades y qué capacidades tiene: pero que sea uno y el mismo. Nuestras palabras no tienen que agradar: tienen que ser de provecho". Casi 20 siglos después estas ideas no sólo siguen siendo vigentes, sino que seguramente resultarán bastante más significativas para muchos, por la grave crisis de valores que vivimos en la sociedad . La credibilidad, el crédito que concedemos a lo dicho por otras personas, es un recurso escaso hoy dia no únicamente para individuos, sino para grupos, empresas, medios de comunicación e incluso gobiernos. No se diga políticos y sus partidos. Ya no le creemos a casi nadie. Y no es un asunt

Marca-país: España

Empresa y país La marca España cerró hace tiempo el servicio de atención al cliente Juan José Millás 12 ABR 2013 - 00:00 CET ¡Ah, la marca España, la puta marca España! ¡Qué hallazgo, lo de asociar un país con un producto de consumo! Había que venderla, pues, con las técnicas agresivas con las que se vendía un coche, una lavadora, una tendencia. El objetivo, de acuerdo con la jerga del márquetin, era convertirla en una marca “aspiracional”. Que uno deseara tener títulos de esa empresa como otros se mueren por pertenecer al Club de Campo (aunque luego no paguen). ¡La marca España! El pobre Margallo todavía sueña con una campaña como la de Fanta, que se enfrentó valientemente al prestigio de las bebidas con burbujas y ganó una batalla, aunque parece que perdió la guerra: pagafantas ha devenido en sinónimo de idiota. Quizá haya llegado el momento de dejar de ser un producto de consumo para ser de nuevo un país (si alguna vez lo fuimos), una familia, permítanme la afectación, donde, más

Más sobre la comunicación de La Costeña

Un par de muestras más para confirmar el escaso talento de la gente de La Costeña para la comunicación y el pobre apoyo que recibe de sus asesores en la materia. Ser un buen director de empresa, como seguramente es Rafael Celorio, no hace a nadie en automático un buen vocero. La lectura del documento en el video anterior lo prueba fehacientemente. Necesita desarrollo en esa línea o cederle los trastes a alguien con más recursos. Lo mismo puede decirse de las personas que lo acompañan en esta exposición. Son como robots, les falta chispa, pasión, argumentos que atrapen. La organización que publica el video de BTL le hace un flaco favor a la empresa y en particular al Sr. Celorio. La oficina de comunicación de La Costeña debería exigir su inmediata bajada de las redes. El tema del supuesto sabotaje a la línea de producción NO es de marketing ni de caída de ventas -al menos no hacia el público- sino de mantenimiento, QUE NO RECUPERACIÓN (ojo con el punto Don Rafael) de la c