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Del verbo leer 2

hijosdeputaUn título llamativo ¿no es cierto? Yo creo que sí, y mucho. Sin embargo no se trata de un recurso de marketing; con este libro su autor busca efectivamente sentar las bases de una teoría de los hijos de puta y con ello de la “hijoputez”, un mal tan difundido en estos tiempos.

De hecho, es un texto escrito con mucha seriedad y rigor, pero en lo absoluto pesado o aburrido. Todo lo contrario, es una lectura amena y divertida que lleva de la mano al lector, paso a paso, por los vericuetos de la construcción de una teoría que, como apunta Lobsang Castañeda (ver abajo) “no abreva de la exégesis bíblica, la especulación metafísica o la divagación psicológica sino de la zoología, la genética y la historia evolutiva…”.

Marcelino Cereijido, doctor en Fisiología que cuenta con un abultado currículum en los terrenos de la educación y la ciencia, y es autor de más de un centenar de artículos científicos y libros, se pregunta por las raíces biológicas y evolutivas de la hijoputez y por el lugar que ha ocupado en el desarrollo de la cultura a lo largo de la historia.

Un hijo de puta es un individuo que causa mal a sabiendas, un individuo que aprovechando determinadas circunstancias, perjudica en forma grave a otros. Este comportamiento, que “jamás se cuenta entre los grandes flagelos de la humanidad” porque estamos tan habituados a él que lo vemos como algo natural, “es demasiado común y siempre ha habido superabundancia de hijos de puta”.

Los seres humanos no portamos ningún gen del mal, pero hemos aprendido a “tomar un atributo biológico que nos permite sobrevivir lícitamente y transformarlo en [un recurso] perjudicial. Al vivir insertados en cadenas tróficas y tener que devorar a otros organismos para sobrevivir, desarrollamos atributos que se transformaron en pechinas al ser usados para abusar del otro, es decir, se desviaron de sus funciones originalmente aceptadas”.   

¿Por qué es recomendable Hacia una teoría general sobre los hijos de puta en el ámbito de la comunicación en las organizaciones? De entrada porque ayuda a entender el comportamiento de muchos altos cargos (y de algunos no tan altos) que han hecho carrera de pisotear los derechos de los demás y que se desempeñan a a través de la intimidación y el abuso. De este tipo no hay pocos en las grandes organizaciones, privadas, públicas, sindicales, políticas, militares y religiosas. Y con ello ofrece elementos para prevenirla o al menos reducir el alcance de sus efectos.

Ni qué decir que el texto es un recurso para avanzar en la comprensión de fenómenos como la corrupción, la violencia y la ambición política, temas centrales de la vida en México en estos tiempos aciagos.

Pero además, dado que la comunicación se ha vuelto uno de los músculos vitales de la hijoputez de gran escala, leer este libro ayudará a algunos colegas a evitar caer en complicidades indeseables, o en caso contrario a sumarse a las filas de los hijos de puta con mayor conocimiento de las características y alcances de esa parte oscura de la población del planeta.  

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