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Se canceló la vista del Dalai Lama

Hoy por la mañana me levanté con la noticia de la cancelación del viaje a México que tenía programado para dentro de unos días Su Santidad el XIV Dalai Lama Tenzin Gyetzso. Esto se debe a problemas de salud por los que sus médicos personales le recomendaron suspender todas sus actividades públicas de las próximas tres semanas, incluida la visita a nuestro país, prevista del 7 al 10 de septiembre.
Hago lo posible por mantenerme en el plano de la razón, pero no puedo evitar sentir esta circunstancia como una señal más de lo oscuro que se nos está poniendo el panorama a los mexicanos.
Pocas veces como ahora en la historia de este país necesitamos escuchar una voz de esperanza y ver de cerca un modelo de bondad y honestidad. Tampoco esto se nos hizo.
No puedo hacer otra cosa que rogar por la salud de este hombre santo y confiar en que no pasará mucho tiempo antes de que podamos tener de nuevo el privilegio de su presencia en México.

Comentarios

  1. Mi querido Salvador: sobrecogedor y muy alarmante el relato de Marta Alcocer. Una mancha más a un tigre ya prácticamente pantera negra.

    Quiero comentar sobre el tema del señor Tenzin Gyetzso, ahora que tengo fresca la expreciencia porque pasé el mes de julio casi completo visitando China. Entre otros lugares, estuvimos en una región autonómica tibetana, con población, religión y cultura tibetanas, en los alrededores de la ciudad de Shangri La. No nos permitieron ir a Lhasa, así que no tengo la experiencia de lo que esté sucediendo ahí.

    Sin embargo, en función de todo lo que uno oye y lee aquí en Occidente, tal pareciera que los tibetanos son un pueblo sometido y vejado por los chinos; mi impresión no fue esa. De hecho, con los tibetanos que mediante intérprete tuve ocasión de hablar, encontré que no están a disgusto.

    Un campesino que nos recibió en su casa, nos dijo que no entienden qué nos pasa en Occidente; nos preguntaba si de verdad queremos que vuelva en el Tíbet el régimen de los lamas, diciendo que los tuvieron esclavizados por siglos. Que mientras mandaron, todo mundo tenía que trabajar para ellos. Terminó diciendo que nunca habían estado mejor.

    La guía que nos traducía y nos llevaba con libertad -ciertamente superando retenes militares y policiacos, que tras revisar documentos nunca nos hicieron volver o desviarnos- a templos, mercados, museos, plazas, en fin, fue muy enfática en que nuestra forma de ver las cosas no es la suya, y que bien haríamos en entender mejor cómo está la sociedad tibetana hoy en comparación con la miseria y pobreza que campaba en tiempos de los lamas como gobernantes.

    Por otro lado, he estado buscando información y leyendo enciclopedias, y parece que el Tíbet prácticamente siempre ha sido parte de China. Desde luego, no es de los comunistas para acá que es así, sino de muchos siglos para acá.

    Me encantaría tener ocasión de platicar contigo más sobre esto, porque me interesa saber si tu simpatía por el señor Gyetzso va más allá que aversión por el régimen chino y eso, simpatía por el débil en la ecuación.

    Abrazos muy cordiales, evh

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  2. Aunque no soy una persona muy creyente en cosas que superen el plano terrenal; sin embargo, creo que es importante que existan este tipo de personas que han alcanzado una gran paz con el mundo y, más importante aun, consigo mismos.

    Es una pena que no pueda venir, pues siempre es bueno algo de ayuda reflexiva.

    www.mx-df.net

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  3. Estimado Enrique:
    Con todo el respeto que te tengo, debo decirte que la visión de un turista -por lúcido que sea y aunque haya pasado mucho tiempo en un sitio-, sobre todo cuando va "traducido" todo el tiempo, no equivale a cincuenta o más años de testimonios, a las cifras del genocidio y al hecho de la toma del Tibet por el imperio chino. ¿Y las revueltas de este año? No son plantones en Reforma, sino broncas gruesas con muertos y desaparecidos ¿es eso un montaje?
    ¿Qué iba a decir tu amigo el campesino? Si se queja le rompen la madre. Y luego, vete a saber qué dijo y qué te dijo el traductor...
    En fin, nunca he estado en China y menos en el Tibet, pero llevo muchos años dándole "seguimiento" al caso.

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