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La importancia de los valores en las organizaciones

La inmensa mayoría de los integrantes de grandes organizaciones en todo el mundo han sido testigos, durante los últimos 25 años, de esfuerzos planeados, sistemáticos y cuidadosamente puestos en práctica de difusión de los valores de sus empresas.

Han visto esos valores enunciados, descritos, explicados e ilustrados. En muchos casos, a fuerza de convivir con posters, revistas internas, la intranet, folletos, videos y otros medios de comunicación utilizados para la propagación de los valores, seguramente se les habrán vuelto familiares, tanto que quizá algunos los hayan aprendido de memoria. Sin embargo, es probable que sólo unos pocos se hayan detenido un momento a reflexionar acerca de su importancia para la empresa y su personal.

¿Por qué emplean tantos recursos las organizaciones para hablar de sus valores? Entre otras razones, por lo siguiente:

  1. Los valores –en general, no sólo los empresariales-- son los lineamientos fundamentales que guían la actuación de personas, grupos, empresas y sociedades. Todo lo que hacemos se da en el contexto de los valores que compartimos.

  2. En el trabajo, los valores dan coherencia y consistencia a nuestro desempeño y, por tanto, cuando verdaderamente guían el comportamiento nos hacen razonablemente predecibles yu por ello confiables.

  3. Sirven como referencia para la toma de decisiones.

  4. Proporcionan un sentido de trascendencia a nuestras actividades laborales, al vincular las finalidades de la empresa con los valores humanos.

  5. Son un factor de identificación y de cohesión entre todos los integrantes de una oragnización, al permitirles conectar sus principios personales con los valores de la compañía.

  6. Facilitan la comunicación, porque ofrecen una serie de principios compartidos de actuación.

  7. Distinguen a las empresas de sus competidores y, en general, del resto de las organizaciones.

  8. Desempeñan un papel muy importante en la comunicación al exterior de la empresa (clientes, consumidores, proveedores y el público en general) de lo que puede esperarse de ella en su ambiente de negocios y en otros ámbitos de su actuación.

  9. Son el núcleo de la forma particular de hacer las cosas de la gente en las organizaciones, es decir, de sus culturas corporativas.

La cultura de las organizaciones es fruto de la historia y las experiencias que han compartido sus integrantes.

En tanto miembros de una empresa, lo que ahora somos y lo que queremos llegar a ser en el futuro está determinado en buena medida por la forma en que trabajamos, pensamos y sentimos, en donde la puesta en práctica de los valores –seamos conscientes de ello o no-- se constituye como el centro vital mismo de la organización.

El conjunto de principios en que los componentes de una empresa sustentan su actuación es ingrediente fundamental de su éxito porque los valores compartidos son como el pegamento que une a todas las personas de todos los niveles. En otras palabras, podemos decir que mientras más nos esforcemos todos por hacer nuestros los valores corporativos y los apliquemos en nuestra vida diaria, le estaremos dando a la organización una fuerza interna que representará un recurso poderoso para responder a los retos que plantea el entorno.

En resumen, los valores permiten una mayor integración de todos los miembros de la organización, facilitan la comunicación y la unidad, contribuyen a generar compromisos y una identidad necesaria para alcanzar los objetivos de la empresa, y propician la colaboración mutua que hace que entre todos lleven hacia adelante y por buen camino a la compañía.

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