- ¿Muy perra? Hace unos días, circulando por las calles de la ciudad vi en la parte trasera de un coche una calcomanía que decía: "49% perra, 51% princesa, así es que cuídate si te me acercas". Sentí mucha curiosidad por ver quién podría anunciarse de una forma tan desafortunada, tan suicida afectivamente, y en la siguiente esquina me le emparejé. Nada interesante: una mujer en sus early 30's como hay cientos de miles en esta ciudad, pero con expresión de no mucha lucidez. La canino-monárquica se alejó y me quedé pensando en lo estúpido que se vería un hombre manifestando de si mismo, a través de un letrero en su auto, algo así como "49% tigre, 51 por ciento sigo siendo el rey, así que acércate a tu propio riesgo". Aunque nunca se sabe, la estupidez y el absurdo tienen también su mercado, quizá debería registrar la frase.
- Budismo de calcomanía. Al final, puede uno decir de sí mismo lo que le venga en gana, y en esa circunstancia los adhesivos para los coches son capaces de darnos una identidad, aunque sea falsa, por unos cuantos pesos. Tengo un ejemplo cercano: una vecina cuyo estilo de vida, forma de relacionarse con los demás y honestidad son lo más alejado a las enseñanzas de Buda que yo haya conocido, tiene su vehículo decorado por todas partes con símbolos del budismo. Es capaz, me consta, de aplastar a quien se le atraviese, sobre todo si se trata de alguien humilde sin recursos para defenderse, de corromper y de abusar, pero públicamente es budista. Allá ella, pobre fracasada que va acumulando karma como con taxímetro de Tsuru.
- Reporteros faltos de escuela. ¿Cómo pueden hablar tan mal la mayoría de los reporteros de los noticieros de W Radio? Con conductores de primera línea -Puig, Krauze, Camarena- y espléndidos opinadores, no dejaron nada de presupuesto para "el infelizaje" (diría mi amigo J. Peñalosa) porque sacan al aire un montón de chambones(as) que desconocen lo básico de nuestro idioma y además tienen una pésima dicción.
- La telenovelización de la vida. Los medios definen el gusto de la época, claro, y determinan incluso la forma como mucha gente se imagina a sí misma o se sueña. Hace unos días, deambulando por el centro histórico de Guatemala me topé con la escena de una pareja haciéndose su estudio de fotos de boda en el Palacio de Gobierno, para entretenimiento y regocijo de una buena cantidad de transeúntes, yo incluido. Sin conocerlos y "de lejitos" les deseé que la felicidad representada para las fotos tuviera correspondencia en la realidad y les durara lo suficiente como para poder evocarla dentro de unos años.
Un par de muestras más para confirmar el escaso talento de la gente de La Costeña para la comunicación y el pobre apoyo que recibe de sus asesores en la materia. Ser un buen director de empresa, como seguramente es Rafael Celorio, no hace a nadie en automático un buen vocero. La lectura del documento en el video anterior lo prueba fehacientemente. Necesita desarrollo en esa línea o cederle los trastes a alguien con más recursos. Lo mismo puede decirse de las personas que lo acompañan en esta exposición. Son como robots, les falta chispa, pasión, argumentos que atrapen. La organización que publica el video de BTL le hace un flaco favor a la empresa y en particular al Sr. Celorio. La oficina de comunicación de La Costeña debería exigir su inmediata bajada de las redes. El tema del supuesto sabotaje a la línea de producción NO es de marketing ni de caída de ventas -al menos no hacia el público- sino de mantenimiento, QUE NO RECUPERACIÓN (ojo con el punto Don Rafael) de la c...
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