- Paciente. El tema de la semana, para el titular de este blog, se llama bronquitis. Tres días de cama (con el cerebro out of order, o sea que ni para leer a gusto) y cuatro guardado, hasta el momento --más los inevitables medicamentos en dosis que siempre parecen masivas--, y no acabo de cantar victoria. Record Guiness de la tos. Tiempo de examen de conciencia y dolor de los pecados.
- Viví una coincidencia de esas que emocionan a mis amigas con inclinaciones New Age. Hace un rato me encontraba pensando en lo fastidoso que me resultó cumplir con la recomendación médica de no bañarme un día, por aquello de evitar enfriamientos innecesarios, cuando de pronto en la página 34 del Milenio de hoy me encontré con una nota en cuya cabeza se lee: "Los ingleses no se bañan".
- Los datos. De acuerdo con la información contenida en esa nota, en una encuesta realizada entre tres mil personas por la compañía farmacéutica local Milton, seis millones de británicos no se lavan las manos luego de ir al baño y más de medio millón sólo se cambia la ropa interior una vez al mes, según un sondeo. Esto último suena imposible, pero tomo los datos tal cual están publicados por Milenio.
- Adicionalmente, más de un tercio de los británicos admitió que no se baña todos los días y 27 por ciento dijo que recogía el alimento que se caía al piso y lo comía (quién sabe cuál sea la relación de una conducta con la otra, así viene la nota). El sondeo halló que los londinenses y los escoceses eran los más limpios: 68 por ciento dijo bañarse a diario. No obstante, la capital inglesa también presentó el mayor porcentaje de personas que sólo se baña ¡una vez al mes!
Un par de muestras más para confirmar el escaso talento de la gente de La Costeña para la comunicación y el pobre apoyo que recibe de sus asesores en la materia. Ser un buen director de empresa, como seguramente es Rafael Celorio, no hace a nadie en automático un buen vocero. La lectura del documento en el video anterior lo prueba fehacientemente. Necesita desarrollo en esa línea o cederle los trastes a alguien con más recursos. Lo mismo puede decirse de las personas que lo acompañan en esta exposición. Son como robots, les falta chispa, pasión, argumentos que atrapen. La organización que publica el video de BTL le hace un flaco favor a la empresa y en particular al Sr. Celorio. La oficina de comunicación de La Costeña debería exigir su inmediata bajada de las redes. El tema del supuesto sabotaje a la línea de producción NO es de marketing ni de caída de ventas -al menos no hacia el público- sino de mantenimiento, QUE NO RECUPERACIÓN (ojo con el punto Don Rafael) de la c...
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