Del breviario semanal sobre el uso correcto del lenguaje que nos hace llegar mi amigo y compañero de trabajo Javier Peñalosa, tomo lo que sigue.
Esta costumbre del "vaso con agua" es relativamente reciente en México, pero se ha vuelto tan dominante que, en efecto, a quienes pedimos el vaso de agua se nos corrige como si estuviéramos cometiendo una barbaridad. Para ser consistentes habrá que pedir un plato con sopa, una hora con ejercicio, un libro con historia, un tanque con gasolina y una taza con café (misma que puede beberse levantando el meñique, de modo que no quede duda del refinamiento personal).
Llevado el tema al extremo las cosas se pueden complicar mucho, porque entonces no sería correcto decir "bebí un vaso de agua" y habría que darle la vuelta a la necesidad expresiva diciendo algo así como "bebí el agua que contenía un vaso".
Es frecuente que cuando pedimos un vaso de agua en un restaurante el mesero o alguno de nuestros acompañantes caiga en la tentación de “corregirnos”, diciendo que en realidad lo que queremos es un vaso con agua.
En relación con esta duda, es conveniente aclarar que cuando hablamos de un vaso de agua (un tarro de cerveza, una jarra de refresco, una botella de vino, una taza de harina, etc.) nos referimos a una unidad de medida y no al material con que está hecho el recipiente. Sería absurdo, pues, que pidiéramos media botella con vino, porque además, en sentido estricto (y suponiendo que pudiera traérsenos medio recipiente), se satisfaría nuestra solicitud aunque el recipiente sólo contuviese el equivalente a la cuarta parte de su contenido o incluso unas cuantas gotas.
Hago pues un llamado a no dejarse “corregir” y a seguir pidiendo vasos de agua.
Fuente: Vademécum de la Fundación del Español Urgente (fundeú): http://www.fundeu.es/esurgente/lenguaes/
Esta costumbre del "vaso con agua" es relativamente reciente en México, pero se ha vuelto tan dominante que, en efecto, a quienes pedimos el vaso de agua se nos corrige como si estuviéramos cometiendo una barbaridad. Para ser consistentes habrá que pedir un plato con sopa, una hora con ejercicio, un libro con historia, un tanque con gasolina y una taza con café (misma que puede beberse levantando el meñique, de modo que no quede duda del refinamiento personal).
Llevado el tema al extremo las cosas se pueden complicar mucho, porque entonces no sería correcto decir "bebí un vaso de agua" y habría que darle la vuelta a la necesidad expresiva diciendo algo así como "bebí el agua que contenía un vaso".
muy bueno!!! lo comparto en igooh, visítame!!
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Bs!
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