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Influenza 1

Es muy claro que la epidemia de influenza A H1N1 está repuntando en México (donde mucha gente pensaba que ya habíamos dado vuelta a esa hoja) y puede volverse una pesadilla en todo el hemisferio norte este invierno.
Sólo en unas cuantas de las empresas con las que tengo contacto habitual se está haciendo algo al respecto, e implica poco más que desempolvar las archidifundidas medidas de higiene para prevenir el contagio, sacar de nuevo los dispensadores de gel antibacterial y tal vez hacer acopio de cubrebocas.
Creo que es un momento de oportunidad para los comunicadores, a quienes sugiero preparar tres o cuatro escenarios que incluyan a todos los actores clave (empleados, clientes, accionistas, proveedores, etc.) de la dinámica de la organización para posteriormente convocar a los principales tomadores de decisiones y con base en esos escenarios definir las medidas a adoptar en caso de presentarse alguno de ellos.
Lo anterior permitirá asignar oportunamente los recursos necesarios para hacer frente a la crisis y en lo referente a comunicación preparar los mensajes, medios y materiales que puedan hacer falta.
Así, el comunicador podrá ocupar una posición central en el proceso de prevención y manejo de la crisis.

De entrada, me parece recomendable elaborar un plan de continuidad para el negocio que asegure que las funciones vitales de la organización puedan llevarse a cabo desde las casas de los responsables de cada una de ellas (en el nivel de decisión) y realizarse por personal alternativo, que puede ser incluso de alguna agencia de trabajo temporal (en el nivel de la operación). Las dos primeras áreas a atender con sus respectivos planes de continuidad deben ser la dirección general y comunicación.

Y, claro, mientras este tipo de cosas se realizan, es absolutamente indispensable mantener, en la mente de las personas, la prevención como lo fundamental ante la epidemia.

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