Ir al contenido principal

Reflexiones en torno a lo naco

Hace poco, un amigo extranjero me preguntó por el significado del término "naco" y la verdad es que me puso en dificultades porque, aunque se trata de una expresión que creí entender perfectamente, y a la que de vez en cuando recurro para designar ciertos comportamientos, no pude responderle con una definición que pusiera en palabras -pocas y precisas- mi comprensión de "lo naco", y con ello de "los nacos" y "la naquez".
Ese mismo día me di una vuelta por Wikipedia, donde me encontré una definición que me parece util como punto de partida pero que tampoco me dejó satisfecho. El tema me resultaba interesante pero no crucial y por eso no encontré justificación para invertir tiempo y dinero hurgando en fuentes de cierta calidad. Decidí, entonces, hacer investigación de aguas someras, antropología de microbús, y comencé a preguntar a amigos, compañeros de trabajo y alumnos qué entendían por "naco" y a pedirles ejemplos de "lo naco"; paralelamente, hice el esfuerzo de ser plenamente consciente de los momentos en que el término venía a mi mente para calificar situaciones, comportamientos y hasta personas, con el propósito de esbozar alguna forma de tipificación.
No llegué muy lejos, pero alcancé algunas modestas conclusiones:
  1. "Naco" es un término sumamente ambiguo, que se usa para referirse a asuntos y personas tan diversos que por abarcador se vuelve equívoco.
  2. No obstante, todo el mundo se siente capacitado para identificar "lo naco" y seguro a la hora de señalarlo.
  3. Se trata de una expresión despectiva e insultante.
  4. Es raro que los intentos de definición conceptual vayan más allá de lo que se plantea en Wikipedia.
  5. No es común que alguien acepte "ser naco" o comportarse como tal, pero todo el mundo puede identificar "la naquez" en los demás.
  6. "Naco" no es un término expresamente racista ni clasista, aunque su uso suele tener mucho de ambas cosas.
No obstante, hay mucho más detrás de la palabra, una carga cultural y sobre todo emocional que se resiste a quedar adecuadamente plasmada en definiciones, que en todo caso pide trabajo y dedicación a quien quiera entrarle al toro.
Para mi, la característica definitoria de lo naco es una combinación de absoluta ausencia de respeto con agresión y con cinismo. No es -para mi, repito- una cuestión de mal gusto, o de habilidades sociales, educación o apariencia personal. Lo naco es comportamental, patrones de acción deliberados en los que la voluntad y la conciencia de ejercer poder para fastidiar a otro siempre están presentes. Por eso suele resultar tan molesto. La naquez, entendida así, encuentra campo fértil en el ambiente de impunidad y abuso que padecemos en México. El naco atropella, golpea, ensucia, rompe con total desprecio a los principios de convivencia y sin el menor empacho, quizá porque creció atropellado, golpeado y ensuciado, y cree que así es el orden natural de la existencia. La ley del más fuerte.


La interacción con la naquez siempre va en detrimento de la calidad de vida de todos los involucrados y por eso hay que temerle como a la peste.
Finalmente, en mi visión de las cosas no se ES naco. No se nace naco. No hay tal cosa como "la naquiza". Más bien, hay personas que exhiben comportamientos que calificamos como nacos.

Una viñeta

Los perros de la vecina se ponen como locos cada vez que los deja solos y hacen un ruido infernal que por las noches afecta severamente el descanso de los integrantes de la comunidad. No hay otros testigos que los demás vecinos (porque, precisamente, se quedan solos), y hasta ahora no ha habido otra evidencia que la palabra, por lo que la susodicha no acepta responsabilidad ante esta situación. Pero eso no es todo (y aquí entra el componente revelador), sino que su reacción ante las quejas siempre incluye una manifestación explícita de que no le importa en lo más mínimo atentar contra el descanso del vecindario y "háganle como puedan", sin un gramo de empatía, consideración y respeto. En consecuencia, no ha movido un dedo para remediar el problema. Hace unos cuantos días se le hizo una reclamación por escrito y su respuesta fue romper el documento, patear la puerta del vecino a las 3:00 de la mañana e insultar a todos a gritos, de mala manera. ¿Qué tal? No hay autoridad que valga contra eso; en realidad no debería ser un tema de autoridad sino de valores, educación y control del propio comportamiento. De calidad personal, pues. You know what I mean?

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Consistencia

Hace 2,000 años Séneca, el filósofo romano, explicaba la honestidad a uno de sus discípulos en los siguientes términos: "Éste debe ser nuestro principal empeño: decir lo que sentimos y sentir lo que decimos; que nuestro lenguaje concuerde con nuestra vida. Ha cumplido con su cometido aquel que sigue siendo el mismo cuando lo ves y cuando lo escuchas. Veremos qué cualidades y qué capacidades tiene: pero que sea uno y el mismo. Nuestras palabras no tienen que agradar: tienen que ser de provecho". Casi 20 siglos después estas ideas no sólo siguen siendo vigentes, sino que seguramente resultarán bastante más significativas para muchos, por la grave crisis de valores que vivimos en la sociedad . La credibilidad, el crédito que concedemos a lo dicho por otras personas, es un recurso escaso hoy dia no únicamente para individuos, sino para grupos, empresas, medios de comunicación e incluso gobiernos. No se diga políticos y sus partidos. Ya no le creemos a casi nadie. Y no es un asunt

Marca-país: España

Empresa y país La marca España cerró hace tiempo el servicio de atención al cliente Juan José Millás 12 ABR 2013 - 00:00 CET ¡Ah, la marca España, la puta marca España! ¡Qué hallazgo, lo de asociar un país con un producto de consumo! Había que venderla, pues, con las técnicas agresivas con las que se vendía un coche, una lavadora, una tendencia. El objetivo, de acuerdo con la jerga del márquetin, era convertirla en una marca “aspiracional”. Que uno deseara tener títulos de esa empresa como otros se mueren por pertenecer al Club de Campo (aunque luego no paguen). ¡La marca España! El pobre Margallo todavía sueña con una campaña como la de Fanta, que se enfrentó valientemente al prestigio de las bebidas con burbujas y ganó una batalla, aunque parece que perdió la guerra: pagafantas ha devenido en sinónimo de idiota. Quizá haya llegado el momento de dejar de ser un producto de consumo para ser de nuevo un país (si alguna vez lo fuimos), una familia, permítanme la afectación, donde, más

Más sobre la comunicación de La Costeña

Un par de muestras más para confirmar el escaso talento de la gente de La Costeña para la comunicación y el pobre apoyo que recibe de sus asesores en la materia. Ser un buen director de empresa, como seguramente es Rafael Celorio, no hace a nadie en automático un buen vocero. La lectura del documento en el video anterior lo prueba fehacientemente. Necesita desarrollo en esa línea o cederle los trastes a alguien con más recursos. Lo mismo puede decirse de las personas que lo acompañan en esta exposición. Son como robots, les falta chispa, pasión, argumentos que atrapen. La organización que publica el video de BTL le hace un flaco favor a la empresa y en particular al Sr. Celorio. La oficina de comunicación de La Costeña debería exigir su inmediata bajada de las redes. El tema del supuesto sabotaje a la línea de producción NO es de marketing ni de caída de ventas -al menos no hacia el público- sino de mantenimiento, QUE NO RECUPERACIÓN (ojo con el punto Don Rafael) de la c