- De Miguel de Unamuno. "Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee. Cuantas menos ideas tenga uno y más pobres sean, más esclavo será de esas pobres y pocas ideas."
- Viejos los cerros. Se dice que, cuando Winston Churchill cumplió 80 años, un periodista menor de 30 que fue a fotografiarlo le dijo "Sir Winston, espero fotografiarlo nuevamente cuando cumpla usted 90 años", a lo que el viejo zorro respondió "¿por qué no? usted parece bastante saludable."
- D.F. Debe quedar algo de bondad en la ciudad de México. Seguramente. Lo que no sabemos es dónde está ni cuando se manifestará.
- De San Jerónimo (me refiero al Padre de la Iglesia que vivió entre 340 y 420, no al barrio y a la avenida que le dio el nombre, de la ciudad de México). "Por imbécil que sea el autor, siempre encuentra un lector que se le parece."
- ¡Espurio! No estoy de acuerdo con la idea de que un muchachito, o cualquier persona de la edad que sea, pueda increpar al Presidente de la República interrumpiendo un acto público y afectando a todos los presentes. Consecuentemente, tampoco me parece bien que esa conducta quede impune (¡una raya más al tigre!). Como me hizo ver mi querido amigo Jorge Sosa, si yo le llamo "espurias" (o cualquier otra cosa) a las mujeres policía que con muy discutible aptitud todas las mañanas causan un caos vial por manipular los semáforos de Reforma y Julio Verne (el obelisco), independientemente de lo que entiendan la gracia me cuesta una multa de $2,500 pesos. ¿Cómo es eso de que no se pueda insultar a un policía de tránsito (lo pongo como ejemplo, tampoco es algo que deba hacerse) pero sí al Presidente? Algo anda muy mal, muy mal... estamos perdiendo la capacidad para entender las relaciones momento-lugar-forma en muchas circunstancias, ya no digamos el respeto. Y si así se comportan nuestros estudiantes más brillantes, no quiero pensar en otros. Claro, el premio sí lo aceptó, de manos del Presidente, y lo conservó, como puede verse en la imagen de Notimex: una cosa es insultar y otra ser congruente.
Una vez perdida la credibilidad todo suena a bla-bla-bla. Un discurso muy a la mexicana, con mucho rollo y poca sustancia; los "datos duros" son comparativos (cuantos días sin seguro social, sin PROSPERA, etc., etc.) pero no hay nada sólido hacia adelante, algo que justifique los aumentos -que en sí NO son "un reto", plantearlo de ese modo es engañar- en términos de beneficios para la población, acciones concretas compensatorias para la ciudadanía, o algo por el estilo. El argumento de las medidas que ha tomado el gobierno, previas al gasolinazo, es patético; la reducción del 10% al paquete de compensaciones (habrá que ver) de los mandos superiores del gobierno federal es de risa (más vale reír) y hay por ahí una contradicción que no entiendo: un beneficio de mantener la salud (es un decir) de la economía es evitar la pérdida de empleos, pero para hacerlo se ha mandado a la calle a alrededor de 20,000 personas del gobierno. No me cuadra eso de combatir ...
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