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Diferencias de género a la hora de pecar

Leo en El País que de acuerdo con una investigación realizada por el Vaticano y difundida por la cadena británica BBC, tanto los hombres como las mujeres pecan, aunque de distinta forma. La flaqueza más común entre las féminas es la soberbia, mientras que entre los varones es la lujuria. Ya me parecia...
La investigación, que publica el diario de la Santa Sede L'Osservatore Romano, se basa en un estudio del jesuita Roberto Busa, de 95 años, que ha analizado las diferencias entre hombres y mujeres en el confesionario.
Según la tradición católica, los siete grandes pecados capitales son la lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia y soberbia. El teólogo Wojciech Giertych explica en el periódico vaticano que los mayores "vicios" de los hombres son, en orden, la lujuria, la gula, la pereza, la ira, la soberbia, la envidia y la avaricia. En el caso de las mujeres, la soberbia, la envidia, la ira, la lujuria y la pereza (nada dice de la gula y la avaricia).




Algo no está bien en lo que refleja esta tabla. Si entiendo bien, y dicho de manera simple y llana, los hombres somos sobre todo calientes, tragones y huevones, en tanto que las mujeres son insoportables, envidiosas y enojonas. Algo no cuadra... ¿por qué no haría Dios a las mujeres más lujuriosas y menos pagadas de sí? El mundo sería un lugar mucho mejor para vivir.




La Papisa, que es una mujer cuyos rasgos de vez en cuando describo en este blog (quizá como terapia porque a veces me jode un poco la existencia), a mi juicio está dominada por 1. la avaricia, 2. la soberbia y 3. la ira.
La Penitenciaria Apostólica -órale con el nombre- de la Santa Sede, que fija los castigos e indulgencias a los pecadores, actualizó el año pasado su lista de pecados para incluir otros más modernos que, según la Iglesia, prevalecerán en la era de la "imparable globalización". Se trata de la modificación genética, los experimentos con personas, la contaminación ambiental, la posesión o venta de drogas consideradas ilegales, la injusticia social, el causar pobreza y la codicia financiera.
La investigación se publica en un momento de preocupación por la disminución del número de confesiones. De acuerdo con la BBC, un estudio reciente del Vaticano señala que cerca de un tercio de los católicos considera que ese sacramento ya no es necesario, mientras que uno de cada diez lo ve como un obstáculo en su diálogo con Dios. Y con este tipo de ejercicios de investigación, me parece probable que van a ahuyentar a los pocos que quedan dispuestos a confesarse.

Comentarios

  1. BUENISIMO Salvador, enlázalo al blog POR FAVOR, además me he reído como loca (ese ¿no es un privilgio femenino también?)
    Besos ¡soberbios! porque envidiosos, me dan pereza...

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  2. y a propos de la gula la avaricia, entre las dietas sempiternas y los hijos que te dejan sin blanca... no es porque seamos mas "santas" ¡es porque no hay ni oportunidad!

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  3. ¿Pero de qué hablais? ¿Nos volvimos todos locos o qué? Yo de esto nada; duchas de agua fría, verduritas al vapor y currar como un burro del sol a sol. Si ya lo decía mi abuela: "desde luego que, como sigamos así... Ya está bien hombre, ya está bien digo yo. No si hay cada uno..."

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