- Un secretario rollero (como todos). Agustín Carstens, secretario de Hacienda, declaró el jueves que los mexicanos no debemos conformarnos con sortear la crisis, sino que debemos tener la audacia y entereza para convertir el entorno adverso en oportunidad de transformar a México en un país más competitivo, justo y próspero para todos, empezando por el campo. Bonito discurso, seguramente elaborado por su equipo de comunicación social, pero hueco y trillado. ¿Cómo le vamos a hacer, señor Carstens? ¿Cuál es el plan? ¿Y los pasos? ¿Quiénes serán los responsables? ¿Y los tiempos? Puro bla, bla, bla. Este país no será próspero para todos en mi horizonte de vida, ni en muchas generaciones más en tanto no se logre equidad en la distribución de la riqueza, se elimine la corrupción, se privilegie la educación e impere el ejercicio de la inteligencia y no la estulticia que campea en la actualidad. El Secretario apuntó, además, que las circunstancias que vive la economía mundial, con uno de los más severos temporales de las últimas décadas, demandan que aceleremos el paso, "animados por un sentido de urgencia y cooperación". ¿Qué rayos entenderá por "acelerar el paso", "animados", "sentido de urgencia" y "cooperación"? Puros lugares comúnes, ruido de fondo sin mayor trascendencia. Asimismo, añadió que México no puede sustraerse a los efectos de esta tormenta, pero sí hacerles frente de manera activa para atenuar sus daños, debido a que, reiteró, hoy estamos mejor preparados para reaccionar ante una crisis.
- La odiosa metáfora médica. Al mismo tiempo, un trío de empresarios diagnosticó, con poca originalidad, que "México está 'en coma'", retomando aquello del "catarrito", la "pulmonía", etc., a lo que tanta vuelta dieron los medios nacionales. Las razones: la crisis y la pasividad de las autoridades federales para inyectar recursos al flujo monetario. Medicamento: políticas públicas "innovadoras" que saneen las finanzas. Dionisio Garza Medina, Claudio X. González y Daniel Servitje, presidentes de Alfa, Kimberly Clark y Bimbo, respectivamente, consideraron que la Secretaría de Economía, encabezada por Gerardo Ruiz Mateos, se ha quedado de brazos cruzados y con los recursos trabados en la Tesorería. En conferencia conjunta, al celebrarse la 65 asamblea de la Cámara de la Industria de la Transformación (CAINTRA) en Monterrey, Garza Medina subrayó que la actual crisis que se vive en el país es "muy profunda y muy grave, de magnitud inesperada y debemos actuar rápidamente". ¿Dónde he oído eso, dónde lo he oído?
A su vez, González destacó el miedo que está generando la crisis y recomendó a "no quedarnos con los brazos cruzados; debemos actuar de inmediato para impedir los efectos negativos. El paciente está en coma y debemos restablecer el flujo de dinero en la economía para sacarlo de este coma". Mientras tanto, Daniel Servitje consideró que México aún no toca fondo y que lo más grave de la crisis está por venir en seis o nueve meses, por lo que pidió que se apliquen políticas públicas "innovadoras" para sanar las finanzas y "sacar al paciente del coma". Ante esto, el secretario de Economía, patético, comentó: "Espero que los tres sigan tan aguerridos y exigiéndonos todo el tiempo". (El Semanario) - Ausencia de términos. ¿Te das cuenta? Al escuchar a funcionarios y empresarios, al igual que a muchos otros actores sociales, se queda uno con la impresión de que hacen falta palabras para hablar de la situación, porque las mismas se repiten hasta el tedio. Por eso, suenan tan huecas, tan sin sustancia. ¿Será que nos acabamos el lenguaje? ¿O que la crisis es tan aguda y tan compleja que no hay palabras para describirla? No lo creo. Más bien me parece que tanto a los empresarios como a los políticos (y de paso a sus "comunicólogos" de cabecera) les faltan dos cosas: 1) ideas; 2) dominio del lenguaje.
- ¿Un año de crisis? ¡Ojala! En Colombia, Eduardo Roca, economista en Jefe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), alertó que los efectos de la crisis económica mundial en América Latina durarán por lo menos un año, por lo que las autoridades deben estar preparadas.
- Para mayor detalle. El Indicador General de la Actividad Económica (IGAE) se desplomó 9.5 por ciento durante enero a tasa anual, una caída mayor a la proyectada por los analistas en 5.4 por ciento. Es la caída más pronunciada desde 2004.
- Frenazo en el consumo de cerveza. Cómo estarán las cosas que hasta en el mercado de las chelas se siente la crisis. El Semanario informó ayer que la debilidad en la economía y un mayor nivel de precios, provocaron que el consumo de cerveza en México creciera apenas 0.1 por ciento en el cuarto trimestre de 2008, respecto al mismo lapso de un año antes al registrarse un volumen de 16.49 millones de hectolitros. Esta variación representa la tasa más débil desde el cuatro trimestre de 2002 cuando disminuyó 1 por ciento. La debilidad en los volúmenes domésticos obedece a ajustes de precios implementados por ambas compañías así como a la menor actividad económica, especialmente en el norte. Hoy, que es sábado, haré mi mejor esfuerzo por ayudar a que se recupere el mercado de la cerveza, consumiendo mi cerveza favorita, la que está en primer plano en la foto (en cuya producción participé en una época particulrmente grata de mi vida).
Hace 2,000 años Séneca, el filósofo romano, explicaba la honestidad a uno de sus discípulos en los siguientes términos: "Éste debe ser nuestro principal empeño: decir lo que sentimos y sentir lo que decimos; que nuestro lenguaje concuerde con nuestra vida. Ha cumplido con su cometido aquel que sigue siendo el mismo cuando lo ves y cuando lo escuchas. Veremos qué cualidades y qué capacidades tiene: pero que sea uno y el mismo. Nuestras palabras no tienen que agradar: tienen que ser de provecho". Casi 20 siglos después estas ideas no sólo siguen siendo vigentes, sino que seguramente resultarán bastante más significativas para muchos, por la grave crisis de valores que vivimos en la sociedad . La credibilidad, el crédito que concedemos a lo dicho por otras personas, es un recurso escaso hoy dia no únicamente para individuos, sino para grupos, empresas, medios de comunicación e incluso gobiernos. No se diga políticos y sus partidos. Ya no le creemos a casi nadie. Y no es un asunt
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