Este anuncio me gustó.
Hace 2,000 años Séneca, el filósofo romano, explicaba la honestidad a uno de sus discípulos en los siguientes términos: "Éste debe ser nuestro principal empeño: decir lo que sentimos y sentir lo que decimos; que nuestro lenguaje concuerde con nuestra vida. Ha cumplido con su cometido aquel que sigue siendo el mismo cuando lo ves y cuando lo escuchas. Veremos qué cualidades y qué capacidades tiene: pero que sea uno y el mismo. Nuestras palabras no tienen que agradar: tienen que ser de provecho". Casi 20 siglos después estas ideas no sólo siguen siendo vigentes, sino que seguramente resultarán bastante más significativas para muchos, por la grave crisis de valores que vivimos en la sociedad . La credibilidad, el crédito que concedemos a lo dicho por otras personas, es un recurso escaso hoy dia no únicamente para individuos, sino para grupos, empresas, medios de comunicación e incluso gobiernos. No se diga políticos y sus partidos. Ya no le creemos a casi nadie. Y no es un asunt
Apreciable Don Salvador, hoy coincidimos: es una hermosa historia contada en menos de 100 segundos, y el hecho de que tenga intención comercial, no solo no la demerita, sino la enaltece: en otras palabras, sí se puede vender sin recurrir -necesariamente- a la frivolidad tan bien criticada en tu nota anterior, y apelando a lo mejor que tiene el ser humano.
ResponderBorrarTodo lo que dijo don Josep en el anuncio es fantástico, buenísimo; lo mejor sin embargo no es lo que dice, sino cómo lo dice: sin temblores, con seguridad, con firmeza. ¡Así sí quiero llegar a los 102 años! ¡Y los que vengan!
Abrazos, maestro