Contra el calentamiento global, el ahorro de energía, ¿no es cierto? Muy bien, ¿y qué pueden hacer las empresas en este sentido? De entrada, el camino más fácil par ece ser el de retomar viejas ideas surgidas al calor de la crisis de los precios de los energéticos, hace más de dos décadas y posteriormente caidas en desuso al perder fuerza el tema. Por ejemplo: Fijar una hora tope de ocupación de las oficinas, para limitar al mínimo el consumo de energía eléctrica. Nadie en las oficinas después de las 19:00 horas, por ejemplo. Esta medida, además, puede presentarse como parte de los esfuerzos de responsabilidad social, porque libera tiempo para la familia, el desarrollo y el esparcimiento. Rescatar la excelente idea de los horarios flexibles, para favorecer el uso óptimo del tiempo personal y a la vez colaborar en la distribución de las cargas de tráfico en la ciudad. Fomentar el teletrabajo. Si no tienes que venir, no lo hagas, trabaja en tu casa o donde prefieras. Una solución interm...
Espacio para informar, reflexionar, dialogar y, en ocasiones, desvariar en torno a la interminable serie de conversaciones que constituyen la esencia de las organizaciones.