Lamento mucho la falta de actualización del blog. Reconozco que un blog que no evoluciona todos los días es como un restaurante que ofrece un solo platillo. Prometo que la situación cambiará, confío que para bien (nunca se sabe). De momento, estoy cumpliendo nueve días en España, en un viaje que combina obligación con devoción, trabajo con vacaciones. He estado en Valladolid --una ciudad en la que estoy seguro que podría vivir muy a gusto-, en Llanes, en Arangas -el pueblo en que nació mi padre, ubicado en el corazón de Cabrales-, en León -otra ciudad vivible, deliciosa- y ahora en Madrid, fin del recorrido. Madrid es Madrid. No sé si podría vivir aquí, pero es muy interesante lo que está pasando. Escribo esto en un local de internet y locutorio para larga distancia en el que en poco más de dos horas he oído unas seis lenguas distintas y otros tantos acentos del español. Yo aporto el chilango ñerón que me caracteriza. Es perceptible en el ambiente, muy marcadamente, la cultura de la mu...