Hitchens y las RRPP
“El mayor triunfo que pueden ofrecer las relaciones públicas modernas es el éxito trascendente de que tus palabras y acciones sean juzgadas por tu reputación, en vez de al revés”. Christopher Hitchens.
Erlich, hoy en El País.
Silencio, por favor
Hace un rato, dije en Twitter que “Lo que más gozo de las mañanas de sábados, domingos y feriados es el silencio”. Pero el gusto me duró muy poco, porque unos cuantos minutos más tarde comenzaba el jaleo en una obra en construcción frente a mi casa y casi al mismo tiempo se oyeron los primeros (de los miles o millones que habrá este día a mi alrededor) claxonazos en la calle; por si faltaba algo, los perros de la vecina congruentes con el estilo del ama despertaron dando testimonio sonoro, estúpido y babeante, de su presencia a unos cinco metros de mi ventana. El silencio, que es una necesidad en el cuidado de la salud mental, también es un derecho perdido para los habitantes de las ciudades. Pienso, por ejemplo, en los madrileños que viven en zonas de bares con mucha concurrencia en las noches, o en áreas en que se permiten los “botellones”, o en los defeños cuyas casas se ubican el corredor aéreo de llegada a la ciudad de México, o cerca de antros. El hacinamiento de las urbes casi por necesidad implica hacernos ruido los unos a los otros. Pero hay de ruido a ruido: una cosa es el generado por los procesos de trabajo, los desplazamientos (sonido de motores) o las necesidades de la vida, como cuando lavamos los trastes o hacemos correr el agua del retrete, y otra es el ruido evitable con el que nos hacemos de la vida un infierno: voces en la noche, cuando tratamos de descansar, “música” (ojalá lo fuera) a alto volumen, claxons, ladridos, altavoces para anunciar comercios, chiflidos, portazos, escapes abiertos de autos y motos, etc., etc., etc. En este terreno, parece que no hay forma de poner orden porque en realidad la clave está en la autocontención, la educación, civismo y en último término respeto a los demás. Y estas son cualidades de las que el mexicano medio carece.
JVM se me presenta en Facebook
En el poco probable caso de que llegue a la candidatura para “la grande”, si sabe contar que no cuente con mi voto.
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