Uno de los aspectos que me parecen más interesantes de la comunicación corporativa es el reconocimiento de los errores. A veces, empresas e instituciones se ven obligadas a “morder el polvo”, “tragar camote” y aceptar que “la cagamos” (para hablar claramente). No es algo que se haga por gusto, o por un prurito ético, sino que normalmente se saca la cara como respuesta a la necesidad de evitar que las cosas vayan a peor.
En este contexto, hace un rato recibí un email con el asunto Fe de erratas: Boletín Tarjeta de Crédito The Home Depot Enero, y en el cuerpo la imagen que puede verse abajo. Interesante ¿no te parece? De entrada involucra a dos empresas, lo que le da una dimensión particular a la equivocación. En el mensaje, para mi gusto muy bien presentado, se refieren a mi como “estimado cliente”, aceptan el error con todas sus letras (muy bien), me hablan de tú (qué confiancitas), me informan que mi Tarjeta de Crédito (así, con mayúsculas) no está a la altura de la promoción (o sea, que no pertenezco “al segmento”, quién sabe si para bien o para mal), me piden no hacer caso al resbalón y agradecen mi comprensión (bájenle, no es para tanto, ni que fuera una obra en el Periférico).
Esta bien. Es un comunicado breve, formal, directo y sin elementos innecesarios. La redacción es mediocre, pero ya sabemos que los funcionarios bancarios no se distinguen por su manejo del lenguaje; al menos es clara y no deja lugar a dudas.
Por último, mis condolencias para el empleado que oprimió el botón equivocado porque de menos debe haberse llevado una muy buena regañada.
No hay problema, es sábado.
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