En la entrada de hoy de su columna Cubículo Estratégico, de Milenio, Carlos Mota hace algunos planteamientos interesantes relacionados con la equidad de género en las empresas mexicanas. Reproduzco el texto.
Lo triste del ranking femenino de Expansión
La portada del actual número de la revista Expansión no podría ser más provocadora sobre nuestros problemas de género. Una mujer, Grace D. Lieblein, presidenta de General Motors de México, aparece en una imagen de poder, al lado de llamativos titulares sobre las mujeres de negocios más poderosas del país —de acuerdo con los editores de esa publicación.
Uno de los temas que más llama la atención es que el listado de las 50 poderosas está plagado de segundas posiciones. Aparecen en él la directora asociada de investigación de mercados de P&G; la vicepresidenta de recursos humanos de Whirpool; la directora general jurídica de Banorte; la directora de asuntos corporativos de HP. Y así. Todas con gran mérito. Todas ganadoras. No obstante, no hay un número nutrido de mujeres encabezando las grandes corporaciones de capital mexicano.
¿Directoras generales y presidentas de consejos? Muy pocas, y las que hay, varias lo son de empresas subsidiarias de otra empresa más grande… que encabeza un varón. El ranking también muestra que las que llegan a la máxima posición lo hacen en empresas cuyos dueños no son mexicanos: Siemens, Scotiabank, Shell, GMAC, Sabre. ¿Será que los extranjeros valoran más nuestro talento femenino que los propios mexicanos?
De acuerdo con la OCDE, en Suecia, el porcentaje de varones en alta edad productiva laborando llega a 89%, mientras las mujeres alcanzan 83%. En Estados Unidos 87% de los varones y 72% de las mujeres está empleado. ¿Japón? Varones, 92%, mujeres, 67%. Pero México reprueba. Aquí 92.9% de los varones entre 25 y 54 años está empleado, mientras que sólo 51% de las mujeres lo está.
Asimismo, el Foro Económico Mundial ha posicionado a México en el lugar 97 en el ranking global de equidad de género, debajo de naciones como Botsuana, Azerbaiyán, Bangladesh, Namibia o Kasajistán. Ese ranking clasifica también brechas entre varones y mujeres.
Recientemente una amiga europea me preguntó por qué algunas grandes corporaciones de capital mexicano estaban encabezadas por los yernos de los fundadores y no por las hijas herederas (¡ellas eran las herederas!). No tuve una respuesta convincente. Me encantaría preguntarles a ellas.
Lo triste del ranking femenino de Expansión
La portada del actual número de la revista Expansión no podría ser más provocadora sobre nuestros problemas de género. Una mujer, Grace D. Lieblein, presidenta de General Motors de México, aparece en una imagen de poder, al lado de llamativos titulares sobre las mujeres de negocios más poderosas del país —de acuerdo con los editores de esa publicación.
Uno de los temas que más llama la atención es que el listado de las 50 poderosas está plagado de segundas posiciones. Aparecen en él la directora asociada de investigación de mercados de P&G; la vicepresidenta de recursos humanos de Whirpool; la directora general jurídica de Banorte; la directora de asuntos corporativos de HP. Y así. Todas con gran mérito. Todas ganadoras. No obstante, no hay un número nutrido de mujeres encabezando las grandes corporaciones de capital mexicano.
¿Directoras generales y presidentas de consejos? Muy pocas, y las que hay, varias lo son de empresas subsidiarias de otra empresa más grande… que encabeza un varón. El ranking también muestra que las que llegan a la máxima posición lo hacen en empresas cuyos dueños no son mexicanos: Siemens, Scotiabank, Shell, GMAC, Sabre. ¿Será que los extranjeros valoran más nuestro talento femenino que los propios mexicanos?
De acuerdo con la OCDE, en Suecia, el porcentaje de varones en alta edad productiva laborando llega a 89%, mientras las mujeres alcanzan 83%. En Estados Unidos 87% de los varones y 72% de las mujeres está empleado. ¿Japón? Varones, 92%, mujeres, 67%. Pero México reprueba. Aquí 92.9% de los varones entre 25 y 54 años está empleado, mientras que sólo 51% de las mujeres lo está.
Asimismo, el Foro Económico Mundial ha posicionado a México en el lugar 97 en el ranking global de equidad de género, debajo de naciones como Botsuana, Azerbaiyán, Bangladesh, Namibia o Kasajistán. Ese ranking clasifica también brechas entre varones y mujeres.
Recientemente una amiga europea me preguntó por qué algunas grandes corporaciones de capital mexicano estaban encabezadas por los yernos de los fundadores y no por las hijas herederas (¡ellas eran las herederas!). No tuve una respuesta convincente. Me encantaría preguntarles a ellas.
Comentarios
Publicar un comentario