Hay dos oficios cuya demanda en el mercado crece día con día, a juzgar por lo que se ve, y que sin duda reflejan dos facetas de fracaso de esta sociedad: los guardaespaldas, guaruras o guarros; y los valet parking . Respecto a los primeros, muchas veces vi a personas con esa ocupación en los estacionamientos de la universidad, dedicados a hostigar con la mirada a las chicas que se veían obligadas a ingresar en su campo visual, y nunca pude evitar pensar en la paradoja de que seguramente serían guaruras (entre otras razones) por no haber ido a la universidad y ahora tenían que ir a ella todos los días. Afortunadamente, no a las aulas.
Espacio para informar, reflexionar, dialogar y, en ocasiones, desvariar en torno a la interminable serie de conversaciones que constituyen la esencia de las organizaciones.