Hace unos días comentábamos en este mismo blog (pero en su domicilio anterior: http://corporacomm.livejournal.com/) acerca de los tres suicidios ocurridos en la planta Guyancourt de Renault en un lapso de cuatro meses, entre fines del año pasado y principios de este. Ayer, El País publicó una nota acerca de los resultados de la investigación que encargó la presidencia de la empresa para averiguar las causas de esas muertes.
De acuerdo con la nota,
En la planta laboran 12,000 personas. 110 nuevos empleados seguramente no van a marcar una diferencia notable en el ambiente general de la unidad operativa y es difícil que disminuya de manera significativa la sensación de sobrecarga de trabajo. Encima, este contingente quedará completo hasta dentro de 9 ó10 meses.
Ping-pong con la culpa.
Total, no se llegó a algo concluyente acerca de las causas de los suicidios y según lo que permite saber la nota tampoco se planteó un paquete de medidas para prevenir futuras desgracias asociadas a las condiciones de trabajo, que no tienen que llegar a ser muertes para ser graves, desde luego.
A brave new world, el muerto al hoyo y el vivo al rollo. El mundo del trabajo de cuello blanco se hace cada vez más peligroso, en la medida en que la persona humana se vuelve menos importante.
Se comenta también en:
http://artesaniaenred.blogspot.com/
http://tochismochis.blogspot.com/
De acuerdo con la nota,
el grupo automovilístico francés reaccionó y anunció medidas para mejorar las condiciones laborales en ese centro de ingeniería -situado en Guyancourt, en los alrededores de París- después de que la cadena de suicidios dejara al descubierto un problema de sobrecarga de trabajo. La empresa tiene previsto incorporar a 110 empleados hasta 2008 para aligerar la carga de trabajo del centro de ingeniería. Los sindicatos creen que el estrés ha influido en la situación.
En la planta laboran 12,000 personas. 110 nuevos empleados seguramente no van a marcar una diferencia notable en el ambiente general de la unidad operativa y es difícil que disminuya de manera significativa la sensación de sobrecarga de trabajo. Encima, este contingente quedará completo hasta dentro de 9 ó10 meses.
Para el psiquiatra Christophe Dejours "esos suicidios son un fracaso para los sindicatos" porque no han sabido proteger a los trabajadores. En su opinión "la revolución informática liga una persona a un ordenador. La evaluación individual pasa a ser posible y antes era colectiva. Eso separa los asalariados y les lleva a competir entre ellos, destruyéndose la noción de trabajar en equipo".
Los sindicatos no aceptan la idea de haber fracasado. Fred Dijoux, dirigente de la CFDT en Guyancourt, recuerda que en febrero de 2006 "alertamos, por escrito, a la dirección del peligro existente. Denunciábamos un sistema de gestión casi militar, que no asocia a los trabajadores a ninguna toma de decisiones. La dirección se negó a asociar a los sindicatos con ninguna decisión de la dirección".
Ping-pong con la culpa.
En Guyancourt los trabajadores dicen que "la informática acabó con la relación humana. No hablamos con las personas, le mandamos un e-mail, los jefes te envían mensajes por pantalla y todos debemos ser polivalentes, saber dibujar con el ordenador, ser buenos negociadores y escribir, en inglés, a los colegas que trabajan en otros países". Y las críticas "se hacen delante de todo el mundo".
Total, no se llegó a algo concluyente acerca de las causas de los suicidios y según lo que permite saber la nota tampoco se planteó un paquete de medidas para prevenir futuras desgracias asociadas a las condiciones de trabajo, que no tienen que llegar a ser muertes para ser graves, desde luego.
A brave new world, el muerto al hoyo y el vivo al rollo. El mundo del trabajo de cuello blanco se hace cada vez más peligroso, en la medida en que la persona humana se vuelve menos importante.
Se comenta también en:
http://artesaniaenred.blogspot.com/
http://tochismochis.blogspot.com/
De un suicidio jamás sabremos "La Causa". Podemos suponer los motivos que conducen a un ser humano a una acción tan terminante; pero nunca concluir acerca de ellos... Eso se lo lleva a la tumba quien vivió la experiencia.
ResponderBorrarQuizá y en buena parte fue un ambiente laboral hostil; pero muy seguramente hubo diversos factores que se unieron a esta condición para generar la sensación que vive quien decide terminar con su vida:
Gris por dentro, gris por fuera, gris hacia el pasado, gris en el futuro, displacer, desolación total, desesperanza, falta de sentido.
La situación en Renault pudo colaborar tanto como su momento familiar (unido seguramente a una depresión de meses) y otros aspectos que se van acumulando. Nadie puede imaginar el dolor tan ensordecedor que debe experimentar aquel que no ve otra salida a su existencia: que el terminar con la misma.
Si queremos hacer algo y no solo leer noticias. Ser activos y no pasivos de lo que sucede a nuestro alrededor, debemos funcionar como red de apoyo a una persona consternada en los distintos ámbitos de interacción del dia a dia: la empresa, la familia, la iglesia, el club, la escuela, los amigos, como vecinos. Observemos agudamente cambios drásticos de humor, aislamiento, pérdida o aumento de sueño, igual que del apetito, falta de interés en lo que antes era la pasión en la vida de ese individuo.
Cambios así en un periodo mayor a 2 meses nos pueden indicar que algo esta mal. No tengamos miedo a participar, podríamos salvar la vida de un amigo e incluso de nuestros hijos.
Dejemos de ser observadores al menos en nuestra área de influencia y actuemos en consecuencia.
RIP.