Crece el número de encorbatados en el ambiente de negocios de todo el mundo. Se trata de un fenómeno que algunas personas ven como directamente relacionado con el miedo asociado a la recesión económica y, consecuentemente, el temor a perder el trabajo.
De acuerdo con un sabroso artículo del diario irlandés The Independent, el incremento en las ventas de formal neckwear (corbatas, bufandas, pañuelos) se considera un signo típico de depresión en la economía. La idea de fondo es que los "fachosos" pueden ser los primeros candidatos a salir de las empresas a la hora que tengan que recurrir a los despidos, y por eso mucha gente se apresura a mejorar su apariencia. En la nota se destaca el crecimiento en las ventas de corbatas no sólo en Irlanda, sino en todas partes.
WorkForce comenta que va ser interesante constatar si esta tendencia se manifiesta igual en Estados Unidos. Al momento este no parece ser el caso. Segpun esa publicación, una encuesta de Gallup en julio permitió determinar que el porcentaje de hombres que usan corbata en la oficina de hecho cayó a ¡6 por ciento!, del 10 por cierto que eran en 2002. Gallup encontró, además, que alrededor del 60 por ciento de los hombres en ese país nunca se han puesta una corbata.
No tengo idea de cómo pinten las cosas en este sentido en México, pero de entrada parece una época favorable para Scappino.
Foto tomada de la galería de Dubo.cl en Flickr.
De acuerdo con un sabroso artículo del diario irlandés The Independent, el incremento en las ventas de formal neckwear (corbatas, bufandas, pañuelos) se considera un signo típico de depresión en la economía. La idea de fondo es que los "fachosos" pueden ser los primeros candidatos a salir de las empresas a la hora que tengan que recurrir a los despidos, y por eso mucha gente se apresura a mejorar su apariencia. En la nota se destaca el crecimiento en las ventas de corbatas no sólo en Irlanda, sino en todas partes.
WorkForce comenta que va ser interesante constatar si esta tendencia se manifiesta igual en Estados Unidos. Al momento este no parece ser el caso. Segpun esa publicación, una encuesta de Gallup en julio permitió determinar que el porcentaje de hombres que usan corbata en la oficina de hecho cayó a ¡6 por ciento!, del 10 por cierto que eran en 2002. Gallup encontró, además, que alrededor del 60 por ciento de los hombres en ese país nunca se han puesta una corbata.
No tengo idea de cómo pinten las cosas en este sentido en México, pero de entrada parece una época favorable para Scappino.
Foto tomada de la galería de Dubo.cl en Flickr.
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