Me produce indignación la noticia del bombazo de hoy en la Universidad de Navarra. Afortunadamente no hubo daños personales que lamentar más allá de heridas leves a 28 personas.
Este es el sexto ataque de ETA contra esa institución en 29 años. Ha sido un milagro que en esta ocasión no hubiera víctimas mortales.
Es muy simbólico atentar contra una institución educativa, sea del Opus Dei (como esta) o de cualquier otra afiliación. El terrorista, ese perdedor radical según la definición de Hans Magnus Enzensberger, debe odiar a la inteligencia con toda su alma. Por una parte, los universitarios constituyen una élite de ganadores, de personas cuya vida suele tener un sentido constructivo, pero además, no hay antídoto más poderoso contra el radicalismo, el nacionalismo babeante y la violencia como camino que la genuina educación.
En la Universidad de Navarra se han formado generaciones de comunicadores, entre ellos muchos mexicanos (como mi hermana) y es una institución digna del mayor respeto. Además, hasta para los terroristas debería haber ámbitos intocables, "sagrados", entre ellos las universidades, los hospitales y los sitios de culto religioso.
Este es el sexto ataque de ETA contra esa institución en 29 años. Ha sido un milagro que en esta ocasión no hubiera víctimas mortales.
Es muy simbólico atentar contra una institución educativa, sea del Opus Dei (como esta) o de cualquier otra afiliación. El terrorista, ese perdedor radical según la definición de Hans Magnus Enzensberger, debe odiar a la inteligencia con toda su alma. Por una parte, los universitarios constituyen una élite de ganadores, de personas cuya vida suele tener un sentido constructivo, pero además, no hay antídoto más poderoso contra el radicalismo, el nacionalismo babeante y la violencia como camino que la genuina educación.
En la Universidad de Navarra se han formado generaciones de comunicadores, entre ellos muchos mexicanos (como mi hermana) y es una institución digna del mayor respeto. Además, hasta para los terroristas debería haber ámbitos intocables, "sagrados", entre ellos las universidades, los hospitales y los sitios de culto religioso.
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