- AMEDIRH. El jueves pasado tuve el privilegio y el placer de conducir el taller Comunicación: el ADN de la gestión de Recursos Humanos, auspiciado por la Asociación Mexicana de Dirección de Recursos Humanos, A.C. Con un grupo de cerca de 30 personas, dedicamos cuatro horas a identificar los elementos fundamentales de la comunicación asociada al cambio en organizaciones grandes y complejas. Una experiencia muy interesante. Muchas gracias a la AMEDIRH por la invitación.
- Super asesino. Santiago Meza López, el Pozolero del Teo, capturado hoy en el noroeste de México, aceptó haber asesinado y deshecho en ácido a 300 personas durante el año pasado. Una por día, quizá descansando los domingos. Leo la nota y pienso que cada día - o sea diario- en este país recibimos una noticia espeluznante. ¿Hasta dónde iremos a llegar? ¿Cuál será nuestro límite de asimilación de atrocidades? También me pregunto qué se hace con un tipo como este, cómo se le castiga con un mínimo de justicia. No con la muerte, sin duda; eso sería facilitarle las cosas.
- La mona que pasó por Armani. La Papisa me recuerda a los obispos de la antigüedad contra los que se revolvían los religiosos que valoraban la pobreza como una virtud, entre ellos ni más ni menos que San Francisco de Asís. Esos prelados se cargaban de prendas lujosas y joyas, y se rodeaban de símbolos de riqueza dando muestra inequívoca de la prevalencia de lo material sobre lo espiritual, de la forma sobre el fondo, y con ello de la decadencia de la iglesia en esos tiempos. Parecían piñatas, pero muy caras. Bajo esos ropajes se hacían evidentes sus deformidades y, sobre todo, la fealdad de sus rostros, con las huellas de la codicia, el apego enfermizo a los bienes terrenales y el desprecio por los demás. Es un tema de hoy: mucha gente de las empresas, la política y la farándula (y de otros ámbitos, claro pero en menor medida) apuesta por la envoltura, quizá como compensación al vacío interior. Elba Esther Gordillo es un ejemplo monumental. En ocasiones, muy pocas, llego a sentir compasión por la Papisa, tan ostentosa en el atuendo y con tan profunda amargura en la expresión. Más pena me dan quienes la emulan, sin sus recursos. "Aunque se vista de seda / La Mona, Mona se queda", decía Tomás de Iriarte en su divertida fábula.
- Chilangos insufribles. Cada día me convenzo más de que en el ADN del habitante medio de la ciudad de México no existe el gen de la cooperación. El desbarajuste de tráfico causado por las 350 obras que se están realizando al mismo tiempo en las calles de esta urbe conlleva miles de situaciones en las que esta convicción se reafirma. Un ejemplo claro: no es posible hacer "zipper" en los sitios en que dos carriles se convierten en uno solo, o en los cruces sin semáforo, es decir, no hay modo de que se entienda que la única forma sensata de circular es pasando uno y uno. La regla es el abuso: paso yo y los demás que se jodan. Ese parece ser el principio de convivencia: hago lo que me apetece y los demás que se jodan. Esto se aplica al tráfico igual que al manejo de la basura, el comportamiento en el supermercado o en el cine, el ruido y la convivencia entre vecinos (algo de que lo que mi familia y yo hemos aprendido mucho a últimas fechas, por desgracia). Como dato curioso, la mayor parte de los peores abusivos que he visto últimamente llevaban el pelo engominado haciendo puntas. Otros segmentos en los que me parece evidente cierta tendencia al abuso en el tráfico son las señoras en SUV, a veces tan prepotentes, y los conductores de autos muy caros. Es un tema de educación, claro está.
- Personajes. Alguna vez comenté en este blog que, en mi experiencia, quienes tratan a los perros como personas suelen tratar a las personas como perros. Hace unos días tuve conocmiento de un caso de película, el de una señora hablando por teléfono con sus perros. Sobra decir que esta exótica trata a las personas, sobre todo a las que encuentra en una posición en la que no pueden defenderse, peor que si fueran perros. Me consta.
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