Las fiestas de fin de año de empresas, instituciones y organismos del gobierno son eventos ante los cuales los jefes deben tomar ciertas precauciones, si no quieren ver afectada su imagen y tal vez hasta mermada su autoridad.
No hay reglas fijas. Cada caso tiene sus particularidades y por eso no es fácil plantear recomendaciones que sean de utilidad para todos. Parece más práctico tener presentes ciertas condiciones comunes a la mayoría de los eventos de este tipo y a partir de ellas hacer un plan de personal de actuación durante la fiesta.
Entre las condiciones asociadas a las fiestas de fin de año que conviene no perder de vista se encuentran las siguientes:
- Lo que verdaderamente le interesa a la gente es divertirse un rato, beber a costa de la empresa y ganarse algo en la rifa. El trabajo y sus problemas se quedan en la oficina. Sugerencia: no incorpores temas de trabajo en las conversaciones, no aproveches la ocasión para dar mensajes ni tirar línea en cuestiones de chamba, no distribuyas información que le recuerde a la gente su trabajo y de preferencia no invites a proveedores ni a clientes.
- Como sucede con las bodas, la fiesta nunca será del completo agrado de todos. No importa, en tanto sea del gusto de la mayoría, porque la reunión es de la gente, no del jefe. Sugerencia: recuerda siempre que el hecho de que a tí te guste el bolero romántico y el pollito en mole no justifica que musicalices la reunión con Los Panchos y obligues a todo mundo a entrarle a mole. La fiesta no es tuya, es de todos.
- La fiesta es diferente cuando está el jefe y cuando no está. El ambiente que éste capta no es el que había antes de su llegada ni el que habrá una vez que se haya ido. Por lo común, la fiesta es percibida como mejor en ausencia del jefe. Sugerencia: es muy importante en términos simbólicos que te presentes en la celebración, pero harás muy bien retirándote temprano.
- Aunque sea temporada navideña y el jefe esté dispuesto a dejar (un poco) de lado el tema de la jerarquía para "acercarse" a la gente, la realidad es que nunca será parte de "nosotros", del equipo. El jefe es el jefe y casi nunca resulta positivo tratar de ser visto como "un buen cuate", uno más del grupo. Sugerencia: no te esfuerces por "ponerte al nivel de la gente", puede ser contraproducente. La democracia se demuestra día a día, no en las pachangas. Serás mejor percibido si mantienes una distancia prudente.
- Cualquier cosa que diga o haga el jefe tendrá alguna repercusión entre su gente. Mejor cuidar las formas, actuar con naturalidad y evitar el protagonismo. Mucho cuidado en la interacción con personal del otro sexo (a veces hasta del mismo). Sugerencia: no seas el conductor de la fiesta, ni el que cuenta los chistes, ni el que canta en el karaoke ni el que mejor baila. Mantén un bajo perfil y observa a tu equipo con generosidad y benevolencia (sin parecer que los vigilas, claro). Si de pronto te parece especialmente interesante alguna de tus colaboradoras, llegó el momento de despedirte e ir a casa.
- La realidad es que la gente de la oficina, la sucursal o la planta por lo común preferiría "cotorrearla con los cuates", "chupar tranquilos", relajarse y disfrutar como debe disfrutarse una fiesta, en vez de oir discursos del jefe (o de cualquier otra persona). Tampoco quieren escuchar los chistes del jefe y mucho menos discursos didácticos de formación profesional ("permítanme explicarles cómo son los clientes"). Sugerencia: si hablas, que no pase de tres minutos y que sea para agradecer al equipo por su esfuerzo a lo largo del año y desearle lo mejor para los próximos doce meses. Súmale lo planteado en el punto anterior: mantén la ecuanimidad y la boca cerrada. En la mesa (si es comida o cena) escucha atenta y respetuosamente; cuando abras la boca, que sea para preguntar.
- Es muy probable que alguno de los asistentes (tú incluido) cometa alguna estupidez durante la fiesta. La probabilidad aumenta conforme se avanza en el consumo de alcohol. Por eso, es mejor retirarse temprano. Sugerencia: no bebas más de dos copas y esfúmate lo más temprano que puedas.
- Si se hace registro gráfico, hay que recordar que a la gente le gusta verse, y después ver a sus amigos y compañeros. No necesariamente prefieren ver a su jefe. Sugerencia: pídele a los de Comunicación que en el video de la fiesta o en la nota para la publicación interna tu presencia se reduzca al mínimo indispensable, si es que no puede eliminarse. No aceptes entrevistas y por ningún motivo permitas que te graben cantando, intentando romper la piñata, bailando o contando chistes.
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