Hace años escuche decir a un experto en cuestiones de vida laboral que el grado de personalización que uno imprime a su lugar de trabajo es un buen predictor de la estabilidad y permanencia en el mismo. Inconscientemente, decía él, cuando estamos a gusto tendemos a decorar nuestras áreas; a la inversa, si no estamos totalmente en lo nuestro, las modificamos poco o nada.
Hoy día no hay mucho margen de maniobra por lo estandarizado y reducido de los espacios de trabajo, pero siempre se puede poner una foto, un monito cursi de peluche, un florerito o algo por el estilo para marcar nuestro territorio y diferenciarlos de los de los demás. Creo que es sano y aconsejable.
Por eso, me ha hecho mucha gracia la publicación de HigherSalary.com con nada menos que 40 ejemplos de personalización del lugar de trabajo.
Date una vuelta para tomar ideas. Te vas a divertir mucho. Haz clic en cualquiera de las imágenes.
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