En relación con el artículo de Ignacio Bosque, Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer, publicado ayer por el diario español El País, hoy aparece en la primera plana del mismo rotativo el arranque de lo que pinta para ser un debate en serio, a nivel de todo el mundo hispanoparlante, sobre la influencia de la forma como hablamos en el papel de la mujer en la sociedad.
El texto, que lleva por título ¿La lengua tiene género? ¿Y sexo?, recoge opiniones de una decena de personalidades de la cultura, la política y la educación que entra en el debate sobre el sexismo del idioma español reaccionando ante lo planteado por Ignacio Bosque.
Todo lo que se dice allí vale la pena de leerse (quizá con excepción de lo dicho a por Amelia Valcárcel, Catedrática de Filosofía Moral y Política (UNED): “La gramática no es la vida”); para ilustrar el nivel del debate y estimular a la lectura de toda la nota, reproduzco abajo mis tres aportaciones favoritas. Es por casualidad que sean planteamientos de hombres, y no de mujeres (lo juro).
JAVIER GOMA, filósofo y director de la Fundación Juan March
“Las reglas que regulan el lenguaje son una creación popular, emanaciones del pueblo y de su espíritu como diría Montesquieu, y, por tanto, no hay nada más soberano y democrático que lo que emana del pueblo, y el lenguaje es soberano. Por otra parte, no es nunca neutro en el sentido de que cuando uno utiliza una palabra no solo se refiere a lo que ese término designa, sino a un universo de connotaciones, de tal manera que cuando sea correcto gramatical o sintácticamente también ellas están cargadas de ideología. Son dos observaciones paralelas y no debemos admitirlas por ser solo una cuestión filológica porque lo ideológico le subyace con una visión del mundo. Y si la sociedad entiende que esa visión del mundo que subyace a la filología es incorrecta o degradante o injusta creo que se pueden adoptar algunas medidas para corregirlas. El lenguaje es en sí mismo una costumbre y las correcciones deberían convertirse en costumbre y no en una imposición de nadie”.
ENRIQUE VILA-MATAS, escritor
“Me es imposible verlo de un lado distinto al de la Real Academia. El lenguaje está hecho esencialmente para entenderse. Por tanto, todo lo que se aparte de esto es un despropósito. Y despropósito es creer que siempre hay discriminación en las expresiones nominales construidas en masculino con la intención de abarcar los dos sexos. Y aún mayor despropósito es que, siguiendo las recomendaciones de una guía no sexista, creamos que hay que decir ‘personas sin trabajo’ en lugar de algo que todos comprendemos muy bien: ‘Parados’. A este paso, acabaremos —para variar— no entendiéndonos nada entre nosotros, hablando de Españadanía para no tener que decir Españo o España (demasiado masculino o femenino respectivamente)”.
FRANCISCO FERNÁNDEZ BELTRÁN, Presidente de la Unión de Editoriales Universitarias Españolas
“El informe de la Academia es un estudio equilibrado y una advertencia necesaria sobre ciertos abusos. Resulta evidente que todos los ejemplos expuestos merecen una reflexión desde el punto de vista lingüístico. No hay que olvidar que determinadas prácticas y recomendaciones de las citadas guías se plantean para hacer una llamada de atención sobre una situación de infravaloración de las mujeres, que en determinados ámbitos no han alcanzado la plena igualdad, pero ello no debe poner en riesgo la utilidad del idioma como herramienta de comunicación y relación”.
Ver también:
- La RAE se pronuncia en torno al “lenguaje no sexista” http://corporacomm.blogspot.com/2012/03/la-rae-se-pronuncia-en-torno-al.html#ixzz1oG381OeE
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