1. Secretarios de Salud
Es sabido, y por lo general aceptado, que para ser torero el primer requisito es parecer torero. Es una exigencia que a mi modo de ver las cosas no cumplen el secretario de Salud del gobierno federal, José Ángel Córdova Villalobos, ni el del gobierno del Distrito Federal, Armando Ahued. Parecen todo menos médicos de alto nivel.
Sé muy bien que las apariencias engañan, que no hay que dejarse llevar por el aspecto exterior, que "caras vemos, corazones no sabemos", etc. Pero en esta época dominada por los medios en la que las imágenes son determinantes no es del todo ocioso dedicar unos momentos a este asunto (que no deja de ser un tanto frívolo, lo acepto).
José Ángel Córdova me da la impresión de ser un hombre cansado, a punto de la jubilación, abrumado, a veces deprimido. No sé si sea un líder; a mí no me lo parece. Lo encuentro falto de energía y escasamente carismático. Además, tiene estampa de funcionario de otros tiempos, de principios de los 70.
En sus apariciones públicas por momentos parece titubeante, como si no tuviera el control total de la situación. En todo caso, yo diría que es un personaje más para el radio que para la televisión. ¿Será el hombre adecuado para una responsabilidad tan grande en estos momentos de crisis?
Armando Ahued luce más vital, más "entrón", con más energía. Pero tiene un aspecto folclórico que confunde: si no te dicen que es un funcionario de alto nivel nunca lo verías así. Creo que el problema principal es la combinación de su peinado con el bigote en el marco de su rostro. O sea, un problema básicamente capilar. Me gustaría saber quién es su peluquero para "boletinarlo": hay que huirle. A Ahued lo veo como el dueño de un negocio de carnitas estilo michoacán o tocando el bajo en una orquesta de cumbia. Le urge apoyo en ese sentido, porque por lo demás parece un hombre capaz, talentoso, comprometido con su trabajo.
2. El jefe de gobierno
Quien está sacando mucha raja política al asunto de la influenza es Marcelo Ebrard, el jefe de gobierno del Distrito Federal. Aparece constantemente en los medios y siempre luce seguro, informado, en control de la situación y sabiendo qué sigue. Interesante lección de manejo político y liderazgo la que está dando este funcionario capaz de convertir cualquier circunstancia en recurso de promoción y material de campaña.
3. Cifras de hoy
"Los países deben prepararse para una pandemia". Keiji Fukuda, director general adjunto de la OMS
Es sabido, y por lo general aceptado, que para ser torero el primer requisito es parecer torero. Es una exigencia que a mi modo de ver las cosas no cumplen el secretario de Salud del gobierno federal, José Ángel Córdova Villalobos, ni el del gobierno del Distrito Federal, Armando Ahued. Parecen todo menos médicos de alto nivel.
Sé muy bien que las apariencias engañan, que no hay que dejarse llevar por el aspecto exterior, que "caras vemos, corazones no sabemos", etc. Pero en esta época dominada por los medios en la que las imágenes son determinantes no es del todo ocioso dedicar unos momentos a este asunto (que no deja de ser un tanto frívolo, lo acepto).
José Ángel Córdova me da la impresión de ser un hombre cansado, a punto de la jubilación, abrumado, a veces deprimido. No sé si sea un líder; a mí no me lo parece. Lo encuentro falto de energía y escasamente carismático. Además, tiene estampa de funcionario de otros tiempos, de principios de los 70.
En sus apariciones públicas por momentos parece titubeante, como si no tuviera el control total de la situación. En todo caso, yo diría que es un personaje más para el radio que para la televisión. ¿Será el hombre adecuado para una responsabilidad tan grande en estos momentos de crisis?
Armando Ahued luce más vital, más "entrón", con más energía. Pero tiene un aspecto folclórico que confunde: si no te dicen que es un funcionario de alto nivel nunca lo verías así. Creo que el problema principal es la combinación de su peinado con el bigote en el marco de su rostro. O sea, un problema básicamente capilar. Me gustaría saber quién es su peluquero para "boletinarlo": hay que huirle. A Ahued lo veo como el dueño de un negocio de carnitas estilo michoacán o tocando el bajo en una orquesta de cumbia. Le urge apoyo en ese sentido, porque por lo demás parece un hombre capaz, talentoso, comprometido con su trabajo.
2. El jefe de gobierno
Quien está sacando mucha raja política al asunto de la influenza es Marcelo Ebrard, el jefe de gobierno del Distrito Federal. Aparece constantemente en los medios y siempre luce seguro, informado, en control de la situación y sabiendo qué sigue. Interesante lección de manejo político y liderazgo la que está dando este funcionario capaz de convertir cualquier circunstancia en recurso de promoción y material de campaña.
3. Cifras de hoy
- Al día de hoy: 2,498 casos, 1,311 hospitalizados, 159 muertes.
- 35,000 establecimientos de comida se han visto obligados a cerrar en la ciudad de México. Sólo pueden vender comida para llevar. Esto pone en grave riesgo 450,000 puestos de trabajo.
- Empresas de comercio, de servicios y turismo estimaron en 777 millones de pesos diarios las pérdidas por la caída en la actividad económica de la capital del país, por lo que pronosticaron que si la contingencia termina el 6 de mayo, el Distrito Federal habrá perdido 7 mil millones de pesos. (El Universal)
- En las últimas horas se cancelaron 2 mil 500 reservaciones de hospedaje.
"Los países deben prepararse para una pandemia". Keiji Fukuda, director general adjunto de la OMS
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