El corto Carousel de Adam Berg, en realidad un comercial para la pantalla plana Cinema 21:9 de Philips (“the world’s first cinema-proportion TV”), es una auténtica joya.
El spot consiste en un tracking shot de dos minutos y 19 segundos que narra una intensa balacera entre policías y malhechores dramáticamente disfrazados de payasos. Los personajes NO se mueven; todo el movimiento lo hace la cámara, que parece flotar por los corredores y escaleras, y asomarse por la ventana, en un escenario en que un instante de acción compleja, intrincada, quedó congelado. “It’s a symphony of controlled chaos, a seamless fusion of live action and CGI”, dice la Very Short List donde encontramos la referencia. Al final, el clip cierra el círculo para comenzar donde empezamos. En verdad impresionante.
Es buena idea verlo en alta definición (HD) en el portal de Philips: http://www.cinema.philips.com/
Hace 2,000 años Séneca, el filósofo romano, explicaba la honestidad a uno de sus discípulos en los siguientes términos: "Éste debe ser nuestro principal empeño: decir lo que sentimos y sentir lo que decimos; que nuestro lenguaje concuerde con nuestra vida. Ha cumplido con su cometido aquel que sigue siendo el mismo cuando lo ves y cuando lo escuchas. Veremos qué cualidades y qué capacidades tiene: pero que sea uno y el mismo. Nuestras palabras no tienen que agradar: tienen que ser de provecho". Casi 20 siglos después estas ideas no sólo siguen siendo vigentes, sino que seguramente resultarán bastante más significativas para muchos, por la grave crisis de valores que vivimos en la sociedad . La credibilidad, el crédito que concedemos a lo dicho por otras personas, es un recurso escaso hoy dia no únicamente para individuos, sino para grupos, empresas, medios de comunicación e incluso gobiernos. No se diga políticos y sus partidos. Ya no le creemos a casi nadie. Y no es un asunt
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